Los bomberos voluntarios piden jubilación y obra social

Los bomberos voluntarios piden jubilación y obra social


Están sostenidos por el trabajo incansable de mucha gente que no sólo dona su tiempo y su esfuerzo sino que también se involucra en
estas actividades con garra y pasión.

Los bomberos son reclamados no sólo en casos de incendios sino también en otras circunstancias catastróficas como inundaciones o accidentes de tránsito y siempre responden con pronta solicitud.

Se trata de gente común, con sus trabajos, ocupaciones y demandas familiares que sin embargo invierte parte de su tiempo libre en prestar ese tipo de servicio voluntario.

Sin embargo, no sólo no perciben ninguna remuneración sino que tampoco cuentan con algún tipo de cobertura social.

Por eso, desde las entidades que los agrupan a nivel provincial están reclamando que se les otorgue a los bomberos voluntarios el beneficio de una obra social y la posibilidad de cobrar una jubilación o seguro de retiro.

Hasta el momento no han tenido satisfacción a estas demandas, pero igualmente los bomberos voluntarios están trabajando para que se modifique la ley 8.105 que rige la actividad.

LA LEY.

Desde la Federación Entrerriana de Asociaciones de Bomberos Voluntarios (FEABV) bregan para que se modifique la reglamentación de la norma en cuestión.

“Es más fácil que se reforme la ley actual que se sancione una nueva”, expresó a EL DIARIO Julio Gorosito, presidente de la FEABV.
“Nosotros presentamos un proyecto para modificar la reglamentación de esa ley.

Hay dos artículos que están reglamentados y nosotros queremos que se reformen y que se reglamenten otros dos que están sin reglamentar a 20 años de sancionada la ley.

Lo que pretendemos nosotros es reformar la reglamentación porque va a llevar menos tiempo que hacer una ley nueva”, indicó.
Entre las peticiones que presentan está la concesión de una obra social para los bomberos para que, además de la cobertura sanitaria, sirva de incentivo para mantener a los efectivos dentro del sistema y sumar nuevos voluntarios.

“Queremos que tengan un seguro contra accidentes porque actualmente no tienen. Sólo cuentan con un seguro de vida de 5.000 pesos.

También pretendemos un subsidio que sea una especie de jubilación para quienes hayan cumplido 20 o 25 años dentro de los cuarteles, por supuesto que esos servicios deberán estar debidamente controlados y acreditados. Eso ya existe en otras provincias”, remarcó Gorosito.

Con respecto a ambas demandas, han encontrado negativas. Es que se argumenta que al ser una actividad que no es remunerada no cuentan con los aportes necesarios como para gozar de una jubilación o una obra social.

“Nos dijeron que el Iosper ya está fundido y no puede sumar nuevos beneficiarios sin aportes (serían alrededor de 700). En cuanto a la jubilación, nosotros decimos que actualmente hay sólo dos o tres voluntarios que estarían en la edad para jubilarse, ya que la mayoría son jóvenes.

Tenemos un promedio de edad de 26 años”, informó luego.
Gorosito admitió que en la Federación se sienten un poco “desorientados” sobre qué pasos deberían seguir para conseguir esos beneficios.

“Se nos dice que el espíritu de la ley no contempla las peticiones que nosotros hacemos”, lamentó.

Subsidios.

También están reclamando que se les aumenten los aportes económicos que reciben por ley desde el Estado provincial.

Desde 1999, cuando se produjo el último incremento, esos aportes estatales continúan invariables pese a que entonces había sólo 16 asociaciones en la provincia y actualmente son 40.

El monto que se distribuye cada seis meses es de 90.000 pesos, de los cuales las asociaciones más importantes reciben 6.500 pesos aproximadamente y las más pequeñas 2.200 pesos.

Con ese dinero, las instituciones de bomberos deben solventar todos sus gastos de mantenimiento tales como alquileres, teléfono, luz, combustible y otras erogaciones.

Gorosito puso como ejemplo su propio cuartel de General Ramírez: “Es un cuartel chico, lo tenemos abierto las 24 horas pero con cuarteleros voluntarios que lo hacen por propia decisión sin cobrar un peso.

Ellos cocinan su propia comida con los elementos que nosotros les damos. Tenemos un gasto fijo mensual que supera los 2.000 pesos, que los reunimos con bonos contribución, estacionamientos, donaciones.

Por ejemplo, el año pasado compramos una autobomba con plata que pedimos a las empresas. Es todo a pulmón”.
Gorosito expresó que lo que están pidiendo es que se “le reconozca al bombero el trabajo que hace” y que gracias a las asociaciones de voluntarios, el Estado ahorra mucho dinero.

“La comunidad reconoce el trabajo del bombero pero el Estado nos desconoce totalmente. Nuestra actividad significa una gran economía para el Estado ya que tendría muchísimos gastos si tuviese que cubrir lo que cubren los bomberos voluntarios con bomberos zapadores, los sueldos que deberían pagar, el equipamiento que debería tener”.

Remarcó también que además de los 700 bomberos voluntarios que se desempeñan en toda la provincia hay aproximadamente 800 personas que trabajan para mantener las distintas asociaciones.

“Es decir que en la provincia hay alrededor de 1.500 personas que están al frente de estas instituciones”, calculó.

Desde la Federación vienen pidiendo una audiencia con el Gobernador pero todavía no les ha sido concedida.

“Hemos tenido conversaciones extraoficiales cuando el gobernador (Sergio) Urribarri estaba en campaña. Se nos respondió que lo de la obra social era imposible porque el Iosper estaba fundido y que legalmente lo que nosotros pretendíamos no se podía hacer. Por eso pedimos una ley nueva”, enfatizó.

Cuarteles y realidades

Gorosito expresó su preocupación por las nuevas asociaciones que se han ido fundando en los últimos años.

“Se forman cuarteles en lugares en los que no debería haber, porque un cuartel no se mantiene en una población pequeña”, advirtió.

En ese mismo sentido, consideró que en algunos pueblos se reúne un grupo de vecinos para crear una de estas instituciones sin calcular los gastos que demanda su funcionamiento.

“Se junta un grupo de gente, firman un acta y fundan un cuartel y luego les dan la personería jurídica.

Así se forma un cuerpo de bomberos en un lugar donde no se necesita o donde se sabe de antemano que no se podrá sostener y eso nos crea un problema más a todos nosotros porque los cuarteles vecinos los tienen que asistir en caso de siniestros.

Por eso hay asociaciones que no tienen un solo bombero. Muchas veces hay detrás intereses políticos o económicos”, manifestó.

“Nos han pedido que desde la Federación controlemos más, pero nosotros no tenemos poder sobre las asociaciones porque son autónomas.

Lo que hacemos es recomendar que se cumplan las leyes y las disposiciones del Ministerio de Economía y del Gobierno nacional”, dijo finalmente.


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