Media docena de Bomberos del parque 6 de Madrid, ubicado en la calle Imperial, cerca de la plaza Mayor, se han dado una ducha en la calle para protestar por las condiciones en las que se encuentra su edificio, donde desde hace más de un año no tienen ni aire acondicionado ni agua caliente.
Bomberos del Parque 6 de Madrid se dan una ducha en plena calle para protestar por las condiciones de las instalaciones Tras meses denunciando que su situación es "inhumana" e "insostenible", los bomberos han decidido hoy dar un toque de atención a los responsables municipales y han aprovechado las altas temperaturas de la capital para darse un chapuzón en plena vía pública.
Así, media docena de los agentes del turno de tarde, enfundados en sus bañadores, han sacado una de las mangueras del parque al espacio que se encuentra entre el patio interior y el pasillo de entrada a las instalaciones, y allí se han refrescado, eso sí, alejados de las miradas de los curiosos.
Fuera, en una zona de sombra que queda en la propia calle, otro grupo de compañeros intentaba aplacar el calor a base de sandía y melón, escapando así de las temperaturas "asfixiantes" del edificio, donde el aire acondicionado no funciona y el agua, incluso la fría, no tiene presión suficiente para llegar a las duchas del segundo piso.
ESTADO "LAMENTABLE"
El responsable de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid en UGT, Juan González, ha explicado a Europa Press que la situación en los parques de la capital, especialmente en éste, es "lamentable" pese a que hace más de año y medio que lo denunciaron.
"La Corporación municipal hace caso omiso a las peticiones de los sindicatos y la oposición, y al final quien paga el pato es el ciudadano", ha señalado, argumentando que "con estas condiciones desastrosas tanto en los equipos como en los efectivos es imposible dar un buen servicio".
Además, ha reprochado que el Gobierno municipal acuse a los bomberos de "peseteros" porque, según González, lo "único" que pide el Cuerpo es "seguridad y mejoras materiales para prestar un servicio de calidad".
"Nos ponen el 'sanbenito' de peseteros, pero este Ayuntamiento no quiere entender que somos profesionales y que, obviamente, no nos vamos a negar a salir independientemente de nuestras condiciones, pero no deberíamos esperar al límite, a que muera alguien, para solucionar nuestras carencias", ha indicado, argumentando que en casos como el 11-M o el atentado de la T-4 las cosas "salieron bien por el altruismo de los profesionales".
MEJORAS EN LOS MEDIOS
Así, el sindicalista ha recordado que "la aseguradora Unespa ha ingresado en las arcas municipales 64 millones de euros desde 2003", un dinero que debía destinarse a "la reconstrucción de parques, nuevas ubicaciones y renovación de vehículos", algunos de los cuales "tienen más de 30 años de antigüedad y aún hoy siguen atendiendo avisos".
"De esos 64 millones, sólo pudieron justificar 26 millones en el último pleno, pero con el resto no se sabe qué han hecho. Era un dinero para bomberos, no se podía destinar a otras partidas, pero o lo han hecho o deberían notarse las inversiones en los parques, y no es así. Por eso demandamos lo que nos pertenece, que no es para sueldos, sino para mejoras de vehículos e instalaciones", ha exigido González.
Y es que según sus datos "hace más de 16 años que el Ayuntamiento de Madrid no construye ningún parque", a pesar del importante aumento poblacional que ha vivido la ciudad, con nuevos desarrollos urbanos como el PAU de Vallecas, Montecarmelo o Las Tablas, entre otros.
"Hemos enviado una propuesta al delegado de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo, que es el que puede tomar cartas en el asunto, pero si no tenemos respuesta en un plazo breve tendremos que ir a su jefe, al alcalde Alberto Ruiz-Gallardón", ha advertido.
Además, ha señalado que en los 15 años que él lleva en el sindicato "nunca se había estado tan mal", y ha reconocido que esta legislatura está siendo especialmente difícil porque "Gallardón ha puesto como 'escudos' a varios gestores delante del delegado, y son éstos los que causan el deterioro porque no son profesionales".
En definitiva, ha resumido que el que sale perjudicado con todo esto no es el bombero, sino "el ciudadano, que frente a tiempos de respuesta de tres minutos que teníamos antes ahora tiene que esperar ocho minutos, y hasta 16 en algunos casos". "A lo mejor para Calvo es suficiente, pero para el madrileño que paga impuestos esa tardanza en una emergencia es una eternidad", ha zanjado el sindicalista.
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